domingo, 17 de abril de 2011

Capitulo V, Un Mal Despertar


A través de una ventanilla un extraño mundo nevado se observaba, sus compañeros mas conocidos estaban a su lado hablando y sonriendo, había gente que nunca había visto, el autobús se detuvo y Marcos observó por la ventanilla, su padre le esperaba afuera en el coche como cuando había días de lluvia y le iba a buscar, le extrañaba verlo allí a kilómetros de distancia, edificios conocidos de Gran Canaria aparecían de pronto, luego gritos de angustia cuando el autobús se salió de la carretera sin aviso haciendo que su corazón se sobresaltase, obligándole a abrir los ojos y comprobar que era todo un absurdo sueño.

Las voces de Laura, David y Sara que conversaban animadamente retumbaban en su cabeza, tuvo que pasar unos segundos para orientarse, poco a poco fue abriendo lo ojos , hasta ver el techo blanco de la habitación junto con parte de la moldura que adornaba una triste bombilla desnuda – Quizás tiempo atrás una lámpara de verdad colgaba del techo – pensó mientras intentaba adaptar su vista a la luz, estaba aún vestido, sin pensar, se había tendido un rato sobre una de las camas para reponer fuerzas pero sin éxito, había tenido una pesadilla y se sentía aún mas cansado, pero como todos los sueños extraños y sin sentido acabó olvidándolo al instante.

Se incorporó sentándose en el borde la cama, no había dormido bien y le dolía un poco el cuello, la cama al igual que la almohada eran rígidas y duras, posiblemente a causa de los productos industriales que utilizaban para lavarlos, las cinco camas de la habitación estaban colocadas en batería, la más cercana a la puerta estaba ocupada por Ken, que escuchaba música metálica con el volumen alto con ayuda de unos auriculares grandes que le tapaban por completo las orejas, mientras leía una revista titulada Heavy Metal.

Ken era el típico chico que por su complexión fuerte, su vestimenta y forma de pensar era temido y evitado por la sociedad, vestía totalmente de negro, llevaba unas pesadas botas marrones, en general siempre vestía igual, varías argollas permanecían ocultas tras los auriculares que por cierto solía llevar siempre aunque no escuchase nada, sus ídolos del Heavy Metal eran melenudos sin embargo él se había rapado al cero y mostraba un tatuaje en el cráneo en forma de telaraña, sus dedos eran adornados por anillos brutales, era la imagen que cualquiera querría no encontrarse en un callejón oscuro, sin embargo después de un año ya le conocía lo suficiente como para creer en el dicho “no juzgues un libro por la portada”, su forma de pensar era básicamente anarquista, en el fondo todo el mundo acaba mostrado esa parte en algún momento de sus vidas, solo que él lo hacía todo el tiempo, había elegido continuar sus estudios no deteniéndose a los dieciséis años, paradójicamente contrario a su creencia nihilista, la mayoría del tiempo iba por separado dándose la evidencia de que el trabajo en equipo no era su fuerte, sin embargo no molestaba a nadie y cuando se proponía hacer algo se esforzaba por conseguirlo.

En el lado mas alejado de la puerta, al otro lado de la habitación había una ventana cerrada con cortinas de mal gusto que ya habían perdido su color original, en la cama más cercana a la ventana David estaba sentado y en la cama de al lado, Laura y Sara hablaban con él, Laura tomaba la iniciativa en la conversación y Sara se limitaba a sonreír discretamente, David mostraba una expresión suelta, como de sentirse a gusto y seguro.

-                          Justo a tiempo- dijo Ken sin despegar la vista de su lectura, - quedan treinta minutos para la una.

Marcos fue al baño y se lavó la cara para espabilarse, el agua estaba congelada sus manos se helaron y de pronto volvió a la realidad bruscamente, expresó una maldición y cerró el grifo de inmediato, cuando salió del baño, se sentó en la cama y extrajo de la mochila de viaje material para escribir – es posible que alguien pierda un dedo por congelación – pensó mientras sonreía para si mismo.

-                          ¡¡Mira, mira!!- gritó Sara de pronto señalando la ventana y llamado la atención de todos que siguieron su dedo con los ojos hasta descubrir que había comenzado a nevar
-                          La cosa se ha complica- dijo Laura en voz baja
-                          ¿Por qué?- preguntó David.
-                          Es posible que no salgamos si hace mal tiempo- respondió.

                                                          KEN

1 comentario:

  1. Hola mongolo! Esta super bien tu blog :) sigue asi y gracias por lo de tu perfil :)

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